El presidente de EEUU, Barack Obama, anunció que prohibirá el suministro de algunos equipos militares a la Policía, en un intento de mejorar las relaciones entre las fuerzas del orden y la población tras las tensiones vividas en ciudades como Ferguson (Misuri) y Baltimore (Maryland).

Policías antidisturbios en Ferguson en agosto. (REUTERS)

"Hemos visto que a veces el equipamiento militar puede dar a la gente la sensación de que tiene delante una fuerza ocupante, en lugar de una fuerza que es parte de la comunidad, que está protegiéndoles y sirviéndoles", dijo Obama en un discurso.

Por ello, el Gobierno vetará "algunos equipos hechos para el campo de batalla que no son apropiados para los cuerpos de Policía local", dijo el presidente, que reconoció que la parafernalia militar utilizada en ocasiones por los agentes puede "intimidar a los residentes" y "enviar el mensaje equivocado".

Según detalló la Casa Blanca, el Ejecutivo prohibirá la adquisición con fondos federales de toda una lista de equipamiento que incluye carros blindados de combate, armas de gran calibre, lanzagranadas o bayonetas.

Y otros equipos, como ciertos vehículos blindados, material antidisturbios y algunas armas y municiones sólo podrán suministrarse bajo unos criterios más estrictos que los actuales.

Entre otras cosas, el uso de este tipo de materiales deberá contar con el visto bueno de los alcaldes o municipios, una clara explicación de por qué es necesario y los agentes deberán haber sido entrenados en su uso.

Obama hizo el anuncio desde de Camden (Nueva Jersey), considerada durante años una de las localidades más peligrosas del país, pero a la que la Casa Blanca ve hoy un ejemplo de cómo combatir la violencia y mejorar las relaciones entre la Policía y las comunidades con menos recursos.

El presidente alabó la forma en que el cuerpo local se ha reformado y ha logrado que los agentes interactúen de una forma diferente y más cercana con la población de la ciudad.

Camden, donde en los últimos dos años el número de homicidios se redujo un 40 %, es además una de las 21 comunidades que participan en un programa piloto que utiliza las nuevas tecnologías y la recogida de datos para aumentar la transparencia sobre el trabajo policial.

"Si funciona aquí, puede funcionar en cualquier lugar", dijo el presidente en su visita a este suburbio de Filadelfia, que pese a tener solo 77,000 habitantes en 2012 registró un récord de 67 homicidios. (EFE)

(Foto de cabecera: Reuters)

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