“Yo no tengo ningún problema en darle la mano a Suárez (...) pero solo digo una cosa: estoy muy orgulloso de mi color”, dijo Patrice Evra, el lateral del Juventus, terminado el partido de semifinales de la Champions contra el Madrid en el Bernabéu. 

De hecho, Suárez y Evra ya eran protagonistas de la final antes que rodara el balón en Berlín. Y en el túnel, antes del partido,  las cámaras no le perdieron el rastro a ambos.

Tras los saludos efusivos de Neymar y Pogba, Patrice Evra se acercó y le dio la mano a Luis Suárez, quien con un rostro serio aceptó el saludo del francés.

La historia del desencuentro entre ambos jugadores empezó hace unos años cuando el uruguayo, jugando para el Liverpool, fue sancionado por proferir insultos racistas (que siempre negó) contra el francés, que jugaba en el Manchester United. Hubo un reencuentro en Old Trafford y no se dieron la mano en el acto protocolario previo al partido.