El Paraguay, la última parada de su gira sudamericana de una semana que termina mañana, el Papa Francisco tenía previsto una parada en la cárcel del Buen Pastor, el penal para mujeres de Asunción, para oír a las reclusas entonar una canción que le estuvieron preparando durante meses.

El Pontífice, de 78 años, se acercó directamente al lugar donde cantaba el coro. Estaba rodeado de un gentío y de la custodia. Se colocó frente al escenario donde cantaban las mujeres.

Los medios paraguayos señalaron que tanto los funcionarios como las reclusas invitaron a Francisco a entrar al penal. Dentro de la prisión, las cámaras de la TV ya estaban montadas para un eventual recorrido del Pontífice.

El capellán del presidio, Luis Arias se acercó a Francisco a preguntarle si quería entrar cuando culminó el coro. La respuesta, que el mismo cura reveló más tarde a medios paraguayos, fue casi un ruego: "No doy más".

Según el diario ABC de Paraguay, dentro del penal el grueso de las reclusas expresaron a gritos su decepción. La ministra Abed y la directora del penal, Ana Coronel, debieron hablar con las internas para tranquilizarlas. El coro compuesto de sus compañeras volvió a cantar, esta vez para que la fiesta dentro de la prisión no se viera tan empañada por el clima de decepción.

La agenda del Papa ha sido intensa. En cinco días, tuvo múltiples reuniones, y tres misas multitudinarias. De hecho, hoy ofreció una en Caacupé, en la que se refirió al rol de las mujeres tras la Guerra de la Triple Alianza. "Han sabido levantar a un país sumergido", dijo. "Dios bendiga a la mujer paraguaya, la más gloriosa de América", agregó.

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