El Gobierno ha redefinido su estrategia de cara a los magros resultados en los sondeos de opinión y ahora se encuentra en la búsqueda de tender puentes con otros sectores políticos, informa La República.

"El gobierno está en una situación crítica; de un lado, se ha aceptado públicamente un panorama de riesgo en el campo económico; y en lo político, hay consenso en que existe un aislamiento", explica a este diario el analista Fernando Tuesta.

Cita que el pasado 2 de agosto el premier Jiménez se reunió con el periodista Augusto Álvarez Rodrich, reunión a la que asistieron además el jefe de la Oficina de Diálogo de la Presidencia del Consejo de Ministros, Vladimiro Huaroc, y el presidente del Consejo Directivo del Centro Nacional de Planeamiento Estratégico (CEPLAN), Carlos Anderson. Álvarez dijo que el gobierno estaba aislado y peleado con todo el mundo. 

Luego llegaron las declaraciones del sociólogo Julio Cotler de hace dos semanas, donde le sugería al gobierno empezar a establecer alianzas para romper su aislamiento. 

A Jiménez le empezaron a preocupar estos diagnósticos y el clima social marcado por las marchas juveniles. De ahí, su reciente convocatoria a conversar con las demás fuerzas políticas.

La sensación es que al gobierno no le quedaba más opción que plantear un diálogo directo. “No me sorprende", declaró el politólogo estadounidense Steven Levitsky.

Levitsky sostuvo que el gobierno ha recibido palos por todos lados, de la izquierda, de la derecha, del APRA y del fujimorismo en los últimos meses.

"No puede y no debe seguir así. Un presidente como Rafael Correa, con un 75% a 80% de aprobación, puede pelearse con todo el mundo y salir ganando, pero no un presidente con 35% de respaldo según encuestas y, sobre todo, con una economía que puede presentar problemas”, declaró.

Lo que viene

Cuando se conversa en confianza con legisladores nacionalistas, estos admiten que el clima de enfrentamiento con la oposición es un motivo de preocupación. Por eso el llamado al diálogo de Jiménez les parece una salida acertada.

En la PCM recordaron que no es la primera vez que Jiménez ha llamado a un diálogo más amplio. La primera vez fue en abril de este año, cuando fue interpelado en el Congreso sobre temas de seguridad ciudadana. Planteó un pacto político a los partidos. Aquella vez salió fortalecido.

"Nos dio bastante aire", dijo una fuente de su entorno. Esta vez la situación se torna más complicada. Voceros de la oposición–del APRA y del fujimorismo– han respondido que puede haber diálogo pero sin Jiménez, a quien no consideran un interlocutor válido.

El gobierno ha salido a respaldar al premier. Resta saber si el puente gobierno-oposición puede llegar a construirse, a pesar de todo. Levitsky no lo ve tan sencillo. "Está bien que el gobierno busque tender puentes, pero es posible que no se generen los resultados esperados", advirtió.

Hay temas en los que resulta más sencillo construir un entendimiento: la seguridad, el fallo en La Haya, la crisis económica o el combate contra el narcoterrorismo.

El éxito reciente en el VRAEM, con la muerte de los terroristas 'Alipio' y 'Gabriel', le ha hado un nuevo impulso al Ejecutivo. "Aunque el aire no durará tanto", advirtió Tuesta. Con ese oxígeno renovado, el gobierno busca convocar más y pelear menos.