#ElPerúQueQueremos

foto: www.uktv.co.uk

Mark Twain 'escribió' una novela desde el Más Allá

'Jap Herron' fue una novela escrita supuestamente por el fallecido autor de 'Tom Sawyer' desde la tumba, dictada a una medium por medio de un tablero de ouija.

Publicado: 2013-11-04

La escriba (tomando notas fielmente o, quizás, algo más que eso, depende de lo que uno crea) era Emily Grant Hutchings, una mujer que se había intercambiado cartas con Twain quince años antes. 

De acuerdo con la extensa introducción de Hutchings, “The Coming of Jap Herron“, ella y una mujer llamada Lola Hays comenzaron a recibir mensajes de Twain en 1915 mientras jugaban con un tablero ouija en un encuentro espiritista en St. Louis.

Juguetear con técnicas ocultas de ese tipo no era inusual en la época y parece que tampoco recibir contenido literario desde el Más Allá. En verdad, como observa un artículo del New York Times de entonces, Jap Herron era “la tercer novela de los últimos meses en afirmar que es de autoría de algún ser muerto que, incapaz de renunciar a las actividades humanas, parece haber encontrado en el tablero ouija un medio material de expresión”.

Este era, sin embargo, el autor de más alto perfil involucrado en ellas. La hija de Twain, Clara Clemens, se las tomó personalmente con el libro y, junto con los editores de Harper and Brothers, quien durante 17 años habían poseído los derechos en exclusiva de las obras de Twain, se presentaron a los tribunales para detener la publicación. 

En respuesta, Hutchings y Hays, con la ayuda de cierto Profesor Hyslop, afirmaron que el padre de Clara (después de más trabajo en la Ouija) se hallaba “en un estado de tormento intelectual por las dificultades que tiene en lograr que esta obra crucial vaya a imprenta”. 

El caso, con todo, jamás fue a la corte, dado que Hutchings eventualmente aceptó dejar de publicar y destruir cuantas copias pudo encontrar —lo que significa que las sobrevivientes son extremadamente raras.

He aquí el antes mencionado artículo del New York Times sobre el libro en 1917, cuando éste salió a la luz: 

El tablero Ouija parece haber llegado para quedarse como competidor de la máquina de escribir en la producción de ficción. Porque esta es la tercera novela de los últimos meses que afirma ser de autoría de algún ser muerto que, incapaz de renunciar a las actividades humanas, parece haber encontrado en el tablero ouija un medio material de expresión. Esta última historia es inequívoca en su declaración de origen. Porque los responsables de su aparición parecen estar convencidos más allá de toda duda de que no es nada menos que el espíritu de Mark Twain quien guió sus manos mientras la historia era deletreada en el tablero. Emily Grant Hutchings y Lola V. Hays son las patrocinadoras de esta historia. Mrs. Hays es la receptora pasiva, cuyas manos sobre el punter fueron especialmente necesarias. St. Louis es el escenario de la hazaña, como también de los trabajos literarios de ese tablero Ouija que escribe las historias de “Patience Worth”. Emily Grant Hutchings, quien escribe el relato introductorio de cómo ocurrió todo es de Hannibal, Mo., hogar infantil de Mark Twain, y en ella el supuesto espíritu del autor parece haber depositado mucha confianza. Su larga descripción de cómo fue escrita la historia y de las muchas conversaciones que tuvo con Mark Twain a través de la ouija contiene muchas citas de sus comentarios, que a veces tienen un sabor que recuerda el característico estilo del humorista.

La historia misma, una larga novelita, está escenificada en un pueblo de Missouri y cuenta cómo un joven nacido en la pobreta y la vagancia, con ayuda de un hombre y una mujer de alma noble y altos ideales alcanzó una hombría noble y útil y ayudó a regenerar su pueblo. Hay evidentemente un conocimiento más bien sorprendente de las condiciones de vida y las peculiaridades de carácter de un pueblo de Missouri, el dialecto suena real y la pintura tiene, en general, muchas características que serán familiares a aquellos que conozcan “Tom Sawyer” y “Huckleberry Finn”. Un periódico de provincias ocupa un papel importante en la historia y hay una constante prueba de familiaridad con la vida y el trabajo del editor de este. El humor impresiona como un débil intento de imitación y, aunque aquí allá hay un fuerte y seguro toque de pathos o una revelación rápida y auténtica de la naturaleza humana, lo “de llorar” que chorrea a través de muchas de sus escenas y las emociones exageradas son demasiado para ser creíbles. Si esto es lo mejor que “Mark Twain” puede hacer cruzando la frontera, el ejército de admiradores que le han ganado sus obras desearán, si acaso, que de aquí en más la respete.

Fuente: El Puercoespín


Escrito por

Agencias

Noticias de agencias.


Publicado en

Agencias de noticias

Aquí encontrarás las noticias de EFE y diversas agencias que informan en el resto del mundo.