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Publicado: 2013-11-06
A propósito del seminario “Curaduría y creación de exposiciones”, que se llevará a cabo en Corriente Alterna, la misma escuela de arte entrevistó a quien estará a cargo, Gerardo Mosquera, uno de los críticos y curadores más influyentes del arte actual. Mosquera, de Cuba, tiene más de 600 ensayos, artículos, catálogos y publicaciones. A continuación, compartimos el diálogo con el prestigioso curador.
Foto: glasstire.com
- Señor Mosquera, desde su perspectiva ¿hacia dónde se dirige el arte contemporáneo?
- No sé si se dirija hacia algún lado, sino tal vez hacia una diversidad de ellos. Ahora bien, hemos dejado atrás los tiempos de los ismos y los manifiestos. La cuestión crucial en el arte hoy día es el extraordinario incremento de su práctica y circulación regional e internacional a través de una variedad de espacios, eventos, circuitos, y por medio de comunicaciones electrónicas. En esta explosión participa una vasta multiplicidad de nuevos actores culturales y artísticos que circulan internacionalmente y que antes, o no existían, o quedaban reducidos al ámbito local. Pensemos, por ejemplo, en que varios países en Asia y el Medio Oriente han pasado prácticamente de la cultura tradicional al arte contemporáneo, saltándose el modernismo. En cierta medida, «aprendieron» el arte contemporáneo por Internet. Este salto ha detonado una fructífera proximidad entre tradición y contemporaneidad, o, por el contrario, ha proveído al arte de la frescura, atrevimiento, candor y espontaneidad propios de quien no arrastra la cadena de una evolución histórica. Más allá de estos impactantes fenómenos, y como parte de ellos, pienso que la expansión del campo artístico que ha tenido lugar, a pesar de su alcance y de las transformaciones que conlleva, no resulta tan importante hacia el futuro como su tendencia a traspasar sus propios límites –desdibujando sus fronteras–, por un lado hacia la vida personal y cotidiana y, por otro, hacia la sociedad y la interacción urbana.
- La escena de arte en Perú no parece tener muy en claro cuál es la función del curador de arte. Desde su experiencia, ¿cuál es la función principal de un buen curador?
- Quizás se olvida que siempre ha habido curadores: las exposiciones nunca se hicieron solas. Toda exposición es una construcción de sentido que comunica un mensaje. Resulta, en última instancia, la visión particular de un sujeto o de varios que actúan en conjunto, es decir, de uno o varios curadores. Las exposiciones nunca son neutrales, y dependen en primer lugar de los artistas y obras que alguien escoja con un determinado propósito, y del contexto en que esto se lleve a cabo. Además, las obras de arte se comunican de distinto modo, incluso variando su significado, de acuerdo a cómo se articulen unas en relación con otras en un espacio, en un recorrido, bajo determinada iluminación, en relación con textos, etc. El buen curador es un creador de exposiciones propositivas, iluminadoras. Es un autor de exposiciones, sin que esto signifique que fuerce a los artistas y sus obras a armar una ilustración de sus ideas o aún de sus caprichos. Una cuestión crucial para la curaduría es el balance entre la construcción discursiva de la exposición y el respeto a los contenidos estéticos y conceptuales de las obras y los artistas. El curador es además un mediador que se encuentra en la confluencia de los múltiples y complejos componentes necesarios para toda exposición: artistas, públicos, instituciones, patrocinadores, coleccionistas, museógrafos, divulgadores, coordinadores de la logística, etc. El curador debe además concebir el catálogo de la muestra, escribir en él, y a menudo editarlo.
- ¿Las instituciones educativas enfocadas en la formación de artistas, deben contribuir a formar buenos curadores de arte?
- Por supuesto que sí. No muchos años atrás los curadores no se formaban en programas específicos, sino provenían de la historia del arte, la crítica, la filología, la filosofía... cuando no de campos poco relacionados con el arte. Ahora, y cada vez más, las universidades y otras instituciones educativas por buena parte del mundo ofrecen licenciaturas y maestrías en curaduría. A esto se une el desarrollo del nuevo campo de los "exhibition studies", que estudia las exposiciones como entidades específicas, analizando los aspectos artísticos, culturales, sociales, ideológicos, semánticos, etc. de aquellas. Existe cada vez mayor interés entre los jóvenes por la profesión de curador, y sería conveniente que en el Perú se ofreciesen al menos seminarios especializados.
- Finalmente, ¿cómo ve usted el panorama del arte peruano contemporáneo?
- No puedo ofrecer un juicio adecuado porque no estoy lo suficientemente familiarizado con el arte peruano actual. Me interesa mucho aprender más al respecto. Sí noto una nueva energía en el ambiente, al mismo tiempo que el desarrollo y sofisticación de la infraestructura de museos, galerías, publicaciones, ferias... Por cierto, es una pena que la Bienal de Lima haya sido descontinuada.
