Después de varios días de intensas y difíciles negociaciones en Ginebra, Irán ha accedido a limitar sus actividades nucleares, a cambio del levantamiento de sanciones impuestas por la comunidad internacional. El valor del alivio financiero para la nación asiática será de alrededor de $7,000 millones, según informó la BBC de Londres.

El acuerdo tendrá una vigencia de seis meses, durante los cuales los negociadores continuarán en busca de una solución permanente.

El presidente de la República Islámica, Hassan Rouhani, afirmó que el derecho de su país a enriquecer uranio ha sido reconocido. En una transmisión televisiva hoy domingo, reporta la BBC, el presidente Rouhani volvió a afirmar que Irán no busca ni buscará construir armamentos nucleares, y sostuvo que el nuevo acuerdo coincide con uno de los principios fundamentales de su país: su derecho a enriquecer uranio para fines pacíficos.

Irán ha accedido a no enriquecer uranio con pureza de grado medio (20%), que no es de uso militar pero puede enriquecerse más con relativa facilidad, y a dar mayor acceso a los inspectores de las naciones unidas. En lo sucesivo, Irán solo enriquecerá uranio a l5%.

Por su parte, el primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, calificó el acuerdo de "error histórico" y afirmó, en una reunión con su gabinete, que Israel se reserva el derecho de defensa.

"Hoy el mundo es mucho más peligroso ya que el régimen más peligroso ha dado un significante paso adelante para obtener las armas más peligrosas", dijo Netanyahu, quien además afirmó que Israel no estará sujeto al acuerdo.

Entre tanto, el secretario de Estado de EEUU, John Kerry, dijo que "ahora comienza el trabajo realmente duro" con Irán para aplicar un acuerdo completo, transparente y verificable, según reporta la agencia EFE.

Estos comentarios se suman a la revelación de que el logro del acuerdo se produjo luego de una ronda de negociaciones personales secretas mantenidas de manera directa por Irán y los Estados Unidos, de acuerdo con la cadena estadounidense ABC.

Durante meses, al menos cinco de estas reuniones a espaldas de los demás negociadores tuvieron lugar en lugares no revelados. Según los reportes, el sultanato de Omán actuó como mediador, y las conversaciones contaron con el apoyo de la facción de línea dura de la jerarquía religiosa iraní.