#ElPerúQueQueremos

foto: tvperu

¿Gastón presidente?

Aunque el chef negó su candidatura a la presidencia, Augusto Álvarez Rodrich reflexiona sobre el temor de ciertos políticos ante un candidato decente y con visión del futuro.

Publicado: 2013-12-10

Lo bueno de este amago travieso de candidatura que Gastón lanzó –y desmintió al toque– es que puso en el tablero electoral algo que los peruanos nos estábamos olvidando: la sed ciudadana por tener gente decente y capaz en la política, dice Augusto Álvarez Rodrich en su columna de hoy en el diario La República.

‘‘Si me preguntas ahora, te diría que no es posible. Mañana, no sé”, respondió Gastón Acurio sobre si es posible que se lance a la presidencia en el año 2016.

No lo afirmó, pero el solo hecho de que uno de los peruanos más admirados deje la puerta entreabierta produce reacciones previsibles.

Por un lado, el entusiasmo de los ciudadanos. No hay encuesta que lo compruebe –este fin de semana seguramente más de una lo preguntará–, pero no se requiere ser muy zahorí para imaginar el potencial del lema ‘Gastón Presidente’.

Por el otro, el pánico de los candidatos. Los insultos apristas contra Acurio, ayer nomás en las redes sociales, son una expresión del temor.

Alan García –que conoce de elecciones, aunque menos de lo que él se jamonea– debió poner su ego colosal en la congeladora cuando, en mayo de 2011, tuvo un encontrón con Acurio por su opinión contra los transgénicos, la cual fue contestada por el entonces presidente, con su arrogancia tradicional, diciendo que, en vez de preguntarles a los cocineros, era mejor saber la opinión de “los técnicos, los agrónomos, los que saben”.

Al día siguiente, en el Facebook, Acurio pasó a García por el extractor de jugo: “Tener el ego elevado no está bien. Tener el ego colosalmente elevado está pésimo. Pero tener el ego colosalmente elevado y ser líder de un país, eso sí que es imperdonable”. Sabiendo que hay batallas que es mejor evitar, AGP pidió chepa.

El problema para el elenco estable de la política es que Gastón representa, en la realidad y en el imaginario popular, todo lo que apesta de la mayoría de políticos: principios, valores, éxito basado en el esfuerzo propio, capacidad, eficiencia, modernidad, honestidad, competitividad internacional, fusión, integración, respeto a la gente, limpieza, inclusión, peruanidad, vocación democrática, visión optimista y estimulante del futuro. ¿Qué más inclusivo que nuestra revolución gastronómica que Gastón lidera?

Si se lanzara, sería un candidato espectacular (lo que aún está por analizarse es si podría ser un buen presidente), pues, además de su perfil personal, tiene el atractivo de repetir que no está calificado para la Presidencia cuando muchos peruanos quisieran ponerlo en Palacio.

Lo malo de su eventual candidatura es que Acurio ha demostrado –al igual que otros peruanos valiosos, como Mario Vargas Llosa– que los mejores aportes a la política se hacen desde fuera de ella.

Lo bueno de este amago travieso de candidatura que Gastón lanzó –y desmintió al toque– es que puso en el tablero electoral algo que los peruanos nos estábamos olvidando: la sed ciudadana por tener gente decente y capaz en la política. Como, la verdad, es la mayoría de peruanos y como no abunda en nuestra política.


Escrito por

Agencias

Noticias de agencias.


Publicado en

Agencias de noticias

Aquí encontrarás las noticias de EFE y diversas agencias que informan en el resto del mundo.