Las recientemente liberadas integrantes del grupo contestatario ruso Pussy Riot, Maria Alyokhina y Nadezhda Tolokonnikova, continúan en pie de lucha. Tras su liberación a principios de esta semana, ayer las dos indultadas revelaron en conferencia e prensa sus planes para la formación de un nuevo grupo de lucha por los derechos humanos, y reiteraron su compromiso con la resistencia al gobierno de Vladimir Putin.  

Ante cientos de periodistas reunidos en la cadena de televisión opositora TV Rain, Tolokonnikova dijo que “hay que remodelar el sistema, y vamos a hacerlo a la fuerza. Tenemos la intención de colaborar con unja respuesta a las demandas de los prisioneros por sus condiciones de encarcelamiento. Queremos darles ayuda legal”.

La nueva organización de derechos humanos se llamará Zona de la Ley, en referencia al término "la zona”, que se usa en Rusia para designar a los campos de prisioneros. Ofrecerá asistencia legal a personas encarceladas que sufren violencia, amenazas, abuso y explotación, dijeron las activistas. Tolokonnikova y Alyokhina quieren usar su alta visibilidad mediática para llamar la atención sobre los abusos en el sistema.

“Iniciamos este trabajo en derechos humanos ya en la prisión. Ahí, no teníamos nada, sólo nuestra fuerza de voluntad”, dijo Tolokonnikova. “Después de mi huelga de hambre y mi carta abierta, la jornada de trabajo esclavizante de 16 horas diarias quedó atrás, y empezaron a lberar a algunas personas. Ahora hay miedo entre los guardias de la colonia penal. Es tremendamente importante que continuemos con nuestro trabajo”.

Por su parte, Alyokhina añadió: “En realidad, somos provocadoras. Pero esa no es una mala palabra. El arte siempre es una provocación”.

Tolokonnikova añadió que, aunque sus tácticas cambien, su objetivo sigue siendo el mismo: el derrocamiento de Putin. “Nuestra actitud hacia Putin no ha cambiado. Queremos lograr lo mismo que queríamos en la protesta por la cual nos encarcelaron: que se vaya”.

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