El cambio climático es aún más grave de lo que se pensaba, de acuerdo con los más recientes estudios científicos. Según una investigación realizada por científicos australianos y publicado en la revista Nature, la temperatura promedio global podría subir hasta 4C hacia el final de este siglo, es decir, el doble de las estimaciones anteriores.

El nuevo reporte se basa en un estudio de las formaciones nubosas y su relación con el clima global. De acuerdo con sus autores, los modelos existentes no toman en cuenta como un factor para sus proyecciones el vapor de agua que el aumento de las emisiones de CO2 en la atmósfera genera, y que tiene un impacto en la formación de nubes. La formación de nubes es importante para el cálculo de la temperatura porque las nubes reflejan la luz solar, y de esa manera atenúan el calentamiento global.

Según los científicos australianos, un cálculo más preciso del vapor de agua indica que la distribución del vapor de agua a distintos niveles de la atmósfera impide la formación de nubes, de modo que una mayor cantidad de luz solar penetra hacia la Tierra. Esto hace la atmósfera más sensible a los gases, como el CO2, que atrapan el calor (el llamado “efecto invernadero”).

Los efectos de un alza de 4C en el breve (en términos geológicos) lapso de 100 años son incalculables. Como factor de comparación, las temperaturas globales promedio han aumentado en 0.8C durante el último siglo, con resultados que ya son notorios en los patrones climáticos del planeta.

Más aún, las propuestas de políticas nacionales destinadas a contener el cambio climático global se basan en las estimaciones previas, de un aumento de 2C en ese mismo periodo. Los nuevos cálculos, que duplican ese límite, ponen seriamente en entredicho su efectividad. (Con información de The Guardian)

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