La ONU buscará salvar a las abejas
La misteriosa desaparición de sus colonias continúa en diversas partes del mundo, poniendo en peligro la seguridad alimentaria.
El problema del colapso de las colonias de abejas, un fenómeno iniciado en la primera década del siglo por el cual las abejas obreras de una colmena desaparecen abruptamente, continúa expandiéndose por el mundo. Y preocupa cada vez más a los expertos.
Se calcula que un 75% de los cultivos alimentarios en el planeta dependen de la polinización por parte de abejas y otros insectos, de modo que el colapso de las colonias, al poner en peligro este proceso natural, pone también en peligro la seguridad alimentaria de muchas personas.
Hasta ahora, este problema se ha concentrado en el hemisferio norte, pero sus primeros síntomas empiezan a notarse también en el sur. Empezó en 2006 en América del Norte, y el 2007 se dio también en países de Europa, como España, Bélgica, Grecia, Holanda, Italia y Portugal. En tiempos recientes, señales de una posible expansión a Sudamérica han empezado a causar alarma, por ejemplo en Uruguay, donde la producción anual de miel de abeja ha descendido a casi la mitad sin que haya una explicación.
Así, la preocupación por el futuro del sistema alimentario del planeta ha obligado a la Plataforma Intergubernamental sobre Biodiversidad y Servicios de los Ecosistemas (IPBES) de la ONU a iniciar una evaluación sobre la polinización y la producción de alimentos en el mundo.
La urgencia es tal que IPBES, creada en Panamá en 2012, aprobó recientemente que el primer estudio de su corta vida sea el análisis de la polinización.
Los trabajos para iniciar la evaluación de la polinización y producción de alimentos comenzarán "rápidamente" en la primera mitad de este año y la misma estará terminada en diciembre de 2015, declaró a la agencia española EFE el presidente fundador de IPBES, Zakri Abdul Hamid.
Hamid también confirmó hoy que para 2018 el organismo internacional completará el primer estudio de la situación global de la biodiversidad en el mundo, aunque antes se hará una segunda evaluación sobre la degradación del suelo y el proceso de desertización.
"Necesitamos saber por qué desaparecen las abejas y proponer una serie de medidas que se precise adoptar. Por eso, es imperativo la evaluación de la polinización y la producción de alimentos", explicó Hamid.
Relacionado con esta valoración está el segundo trabajo que emprenderá IPBES sobre la degradación del suelo y la desertización, una problemática que también incide en la producción de alimentos.
"Es imperativo realizar una evaluación de la degradación del suelo y la desertización. La ONU ha señalado que la degradación del suelo durante los próximos 25 años reducirá la producción mundial de alimentos un 10 %", dijo Hamid.
A su juicio, "es una situación muy grave porque no sólo va a reducir la producción de alimentos, sino que también se incrementarán sus precios". (Con información de EFE)
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