(EFE).- El presidente de EE.UU., Barack Obama, anunció hoy que su Gobierno desarrollará controles de seguridad más rigurosos para los aeropuertos dentro y fuera de Estados Unidos para extremar las precauciones contra el ébola, pero consideró que las posibilidades de un brote en su país son "extremadamente bajas".
"Vamos a trabajar en protocolos para hacer más controles de seguridad a los pasajeros, tanto en (los países) de origen (del ébola) como aquí en Estados Unidos", dijo Obama a los periodistas después de una reunión con miembros de su gabinete y su equipo de seguridad nacional centrada en el ébola.
El mandatario también aseguró que ejercerá "mucha presión" sobre los líderes de algunos "grandes países" que no identificó y que, hasta ahora, "no han tenido la respuesta agresiva que se necesita" para contener la epidemia de ébola en África Occidental.
"Los países que creen que pueden quedarse al margen y dejar que Estados Unidos lo haga, (deben saber que) eso resultará en una respuesta menos eficaz, menos rápida, y eso significa que morirá gente", advirtió Obama.
"Y también significa que será más inminente la potencial extensión de la enfermedad fuera de esas áreas en África Occidental (Liberia, Sierra Leona y Guinea)", añadió.
Antes de la reunión de hoy, el director del Instituto Nacional de Alergias y Enfermedades Infecciosas de EE.UU., Anthony Fauci, había adelantado que una posibilidad que barajaba la Administración era establecer una inspección adicional a los pasajeros procedentes de África Occidental.
El presidente no dio detalles sobre qué protocolos se pondrán en marcha y la Casa Blanca se limitó a indicar que examina "opciones para mejorar los controles de los aeropuertos en Estados Unidos".
Ante la alerta generada por el primer caso de ébola diagnosticado en EE.UU., la semana pasada en Dallas (Texas), Obama afirmó que "gracias a las medidas que se han implementado, además del extraordinario sistema de salud" estadounidense, las posibilidades de un brote de ébola en Estados Unidos son "extremadamente bajas".
No obstante, dijo que el país ha "aprendido algunas lecciones" de los fallos que se produjeron a la hora de aislar al paciente de Dallas y que es "necesario seguir los procedimientos y protocolos establecidos" porque "no hay mucho margen de error" si se quiere prevenir el avance de la enfermedad.
Por eso, Obama conversó hoy con su equipo sobre "cómo asegurarse de difundir la información necesaria en hospitales y clínicas", para "asegurar que saben qué tienen que buscar" en un potencial paciente de ébola y que "implementan y siguen estrictamente los protocolos".
"Sabemos lo que hay que hacer y tenemos la infraestructura para hacerlo, pero esta es una enfermedad extremadamente virulenta cuando no sigues los protocolos", agregó el líder estadounidense.
El mandatario sostuvo, además, que su Gobierno está logrando "avances" en su estrategia en África Occidental, donde ha comenzado a desplegarse una primera tanda de los 3.000 militares que anunció Obama el mes pasado para ayudar en la respuesta a la epidemia.
A la reunión de hoy asistieron, entre otros, el secretario de Estado, John Kerry; el de Defensa, Chuck Hagel; el jefe del Estado Mayor Conjunto, Martin Dempsey; la secretaria de Salud, Sylvia Burwell; el secretario de Seguridad Nacional, Jeh Johnson; y el director de los Centros de Control y Prevención de Enfermedades (CDC),Thomas Frieden.
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