Jacqueline Fowks/El País.- Miles de jóvenes marcharon por cuarta vez en un mes contra el nuevo régimen laboral juvenil en Lima, en la jornada del #15E que concluyó con cerca de 30 jóvenes detenidos y policías heridos, algunos de ellos afectados por el gas lacrimógeno que lanzaron a infiltrados que iniciaron la violencia en el centro de Lima. Las protestas, sin embargo, fueron pacíficas en otras once capitales de departamentos, con participación predominantemente universitaria. 

El Congreso aprobó el nuevo régimen laboral juvenil la primera semana de diciembre, una iniciativa de ley del Ejecutivo, con el objetivo de disminuir el porcentaje de empleo juvenil informal, de más de 80%, pero contraviniendo el principio constitucional de la igualdad ante la ley.

La norma ha sido bautizada popularmente como ‘Ley Pulpín’, aludiendo a una bebida con sabor a fruta para la lonchera de los niños (‘Pulpín’ significa por extensión aniñado, tonto). Las críticas se deben a que, si bien los jóvenes de 18 a 24 años serían contratados en plantilla, con derecho a vacaciones de 15 días por año y el pago de seguro social por parte del Estado, no considera el derecho a utilidades, asignación familiar y pago de compensación por tiempo de servicios, entre otros aspectos.

A la cuarta manifestación asistieron estudiantes de diez universidades y trabajadores y dirigentes de algunos sindicatos y dos centrales gremiales, como en las tres marchas anteriores, pero esta vez se sumaron estudiantes de institutos técnicos. La norma alcanza a jóvenes que tengan secundaria, o estudios técnicos o universitarios, completos o incompletos.

Mientras miles marchaban desde las seis de la tarde por el centro de Lima, Anonymous Perú —con la colaboración de grupos similares en Latinoamérica— atacó las páginas web de 12 entidades del Estado peruano, entre ellas las del Congreso, el Ministerio del Interior, la Municipalidad de Lima, la Dirección de Transportes y el Hospital Departamental de Huancavelica, y el portal del Estado peruano peru.gob.pe. Entre los cerca de 30 detenidos por la policía había dos periodistas que fueron golpeados y dos menores de edad. Pese a que un grupo numeroso se mantenía pacíficamente en la Plaza San Martín, donde se inició la marcha, hacia las 20.30 los agentes despejaron el lugar con gas lacrimógeno; los jóvenes se dispersaron hacia otras avenidas donde continuó el gas y la violencia. Decenas de tuits reportaron que la policía arrebataba celulares para evitar el registro de las agresiones.

La oposición en el Congreso logró la semana pasada reunir suficientes firmas para pedir a la Comisión Permanente del Parlamento que discuta seis proyectos de ley, presentados en los últimos 15 días, que plantean su modificación, suspensión o derogatoria. La presidenta del Congreso, Ana María Solórzano, ha citado a esa sesión para el 28 de enero, y ha sido cuestionada por postergar la decisión acerca de la norma.


Reporte de Jacqueline Fowks escrito para y publicado originalmente en la edición internacional del diario El País.