El presidente de EEUU, Barack Obama, pidió al Congreso de su país que apruebe su propuesta de autorización formal para legitimar el uso de la fuerza contra el Estado Islámico (EI) en Irak y Siria, al tiempo que descartó una intervención militar de gran escala.
Obama defendió en una alocución desde la Casa Blanca que la propuesta enviada al Congreso "no es la autorización de una nueva guerra", dijo acompañado por el vicepresidente, Joe Biden; el secretario de Estado, John Kerry; y el secretario de Defensa, Chuck Hagel.
El borrador de su propuesta de ley establece un límite de tres años al uso de la fuerza militar y descarta específicamente "operaciones de combate terrestre a gran escala y de largo plazo", como fueron las guerras de Irak y Afganistán, pero no incluye una limitación geográfica de la actuación estadounidense.
"Si fuera necesario, el presidente preservaría la capacidad para ordenar operaciones militares contra el EI o grupos afiliados en otros países", explicó el portavoz de la Casa Blanca, Josh Earnest, en rueda de prensa.
Según Obama, esta resolución "establece el equilibrio necesario al darnos la flexibilidad que necesitamos para circunstancias imprevistas", como operaciones de rescate ante las que podría ordenar la intervención puntual de las fuerzas especiales.
La iniciativa se conoce después de que esta semana el gobierno confirmara la muerte de la cooperante Kayla Mueller, de 26 años, en lo que supone el cuarto fallecimiento de un ciudadano estadounidense en manos del grupo yihadista. (EFE)