El presidente estadounidense, Barack Obama, vetó hoy finalmente el proyecto de ley aprobado en el Congreso e impulsado por la mayoría republicana que autoriza la construcción inmediata del oleoducto Keystone, que transportaría crudo entre Canadá y el sureste de EE.UU.
La Casa Blanca ya había anunciado la intención de Obama de rechazar el proyecto con su poder de veto, el tercero que emite desde que llegó a la Presidencia estadounidense, en 2009, y el primero sobre una cuestión sustancial.
"A través de este proyecto, el Congreso de EE.UU. intenta esquivar procesos antiguos y probados para determinar si la construcción y operación de un oleoducto transfronterizo sirve al interés nacional", aseguró Obama en la carta enviada al Senado, al justificar su veto.
Asimismo, el mandatario afirmó que "este proyecto entra en conflicto con los procedimientos establecidos del brazo ejecutivo" y "ataja la consideración sobre temas que pueden tener impacto en el interés nacional, como la seguridad y el medio ambiente".
Desde que la oposición republicana recuperó el control de las dos cámaras del Legislativo, tras su victoria en las elecciones del pasado noviembre, ha dedicado gran parte de sus esfuerzos a que se aprobara la construcción del oleoducto, que también cuenta con cierto apoyo del grupo demócrata.
De este modo, se abre una nueva etapa de conflicto entre el Congreso y la Presidencia.
Mientras los conservadores insisten en que el oleoducto crearía miles de empleos, Obama sostiene que los puestos creados no serían tantos y se resiste a aprobar el proyecto porque no se ha concluido el estudio de impacto medioambiental que lleva a cabo el Departamento de Estado.
Las organizaciones de defensa del medio ambiente han acogido con satisfacción la decisión de Obama de vetar la iniciativa.
"Obama dijo que vetaría este ataque contra su autoridad ejecutiva y ha cumplido su palabra. Esto es lo que dijo que haría desde el principio, pero el Congreso republicano ha insistido en malgastar el tiempo (...) tan sólo para justificar los deseos de sus aliados petroleros", dijo la organización ecologista Sierra Club.
El oleoducto transportaría unos 830.000 barriles diarios de petróleo crudo sintético y bituminoso diluido desde la provincia canadiense de Alberta a diferentes lugares de Estados Unidos, incluidas refinerías en el golfo de México.