La Gendarmería francesa completó la labor de recuperación de los restos de las víctimas del A320 de Germanwings que se estrelló hace una semana en los Alpes franceses, gracias a que una vía terrestre hasta el lugar permitió acelerar los trabajos.
"Hemos recuperado todos los restos", indicó a EFE el coronel Vialenc, portavoz de la Gendarmería en el lugar del siniestro.
Las labores se centrarán ahora en extraer del valle de los "Trois Evêchés" objetos personales de los fallecidos que pueden contribuir a su identificación, una tarea que los investigadores calculan que puede durar entre dos y cuatro meses.
También seguirán buscando la segunda caja negra, la que contiene el registro de todos los parámetros de vuelo del aparato, con lo que pretenden completar la secuencia del accidente.
La primera de las cajas negras, que contiene la grabación de los sonidos de la cabina, recuperada el día mismo del accidente, ya permitió establecer una hipótesis muy clara de las circunstancias del mismo. La Fiscalía francesa sospecha que el copiloto, Andreas Lubitz, se encerró en la cabina cuando el comandante salió al baño y estrelló voluntariamente el aparato.
HOMENAJE DE LUFTHANSA Y GERMANWINGS
El presidente de Lufthansa, Carsten Spohr, visitó junto con el presidente de Germanwings, Thomas Winkelmann, la zona próxima al lugar de la tragedia, rindió homenaje a las víctimas y agradeció el trabajo de los servicios de rescate franceses.
Spohr dijo que "se necesitará tiempo" para conocer lo que pasó con el vuelo de Germanwings, su filial de bajo costo.
"Sentimos que este lamentable accidente haya podido producirse. Lufthansa siempre ha hecho de la seguridad su prioridad. Lamentamos las pérdidas humanas, no tenemos palabras para expresar lo que sentimos", aseguró el directivo sin responder a las preguntas de la prensa.
La visita de Spohr a la zona del accidente que causó la muerte de 150 personas se produce un día después de que Lufthansa reconociera que conocía que el copiloto del avión, Andreas Lubitz, había recibido tratamiento psiquiátrico por depresión.
Por eso, su comparecencia era muy esperada para dar explicaciones sobre la posición de la compañía con respecto a la admisión de Lubitz en su personal, pero Spohr solo se limitó a a hacer una declaración a los medios.
Los presidentes de las dos aerolíneas llegaron en helicóptero a Seyne-les-Alpes, cuartel general de los servicios de rescate y, posteriormente, se trasladaron a Le Vernet, donde está situada la estela en memoria de los fallecidos. Allí colocaron un ramo de rosas y tuvieron un momento de silencio mirando a la montaña donde están los restos del avión siniestrado. (EFE)