(EFE).- El Acuerdo de Asociación Transpacífico (TPP), entre EEUU y 12 países de la región, reducirá la soberanía local de los estados para poder luchar contra el cambio climático al dar mayor poder a las compañías, alertó el director ejecutivo del Sierra Club, Michael Brune, en una entrevista con Efe. 

Brune, líder de una de las organizaciones ecologistas más antiguas e influyentes de EEUU, afirmó que el acuerdo comercial Transpacífico (TPP), que el Gobierno de EEUU cree que podría cerrarse esta primavera, podría "sobreescribir" las leyes en vigor para proteger el medio ambiente e, incluso, invalidarlas si amenazan los "beneficios de las empresas".

En este sentido, Brune afirmó que, con el tratado, "cualquier compañía tendrá el poder de demandar a los gobiernos estatales, gobiernos soberanos, por sus esfuerzos para proteger la salud pública y los derechos de los trabajadores".

Sierra Club pidió en enero en una carta al Congreso que se oponga al trámite parlamentario rápido ("fast track"), mecanismo por el que el presidente de EEUU, Barack Obama, puede negociar los acuerdos comerciales con otros países y luego someterlos al Congreso para su aprobación o rechazo, sin posibilidad de enmiendas.

Brune aseguró que han hablado con "docenas de congresistas" para hacerles entender que el tratado y su tramitación rápida "puede reducir la habilidad de las jurisdicciones locales en Estados Unidos para aprobar sus propias leyes, estimular la energía limpia, luchar contra el cambio climático, proteger los derechos de los trabajadores y la salud pública".

En el plano internacional, Brune también se refirió a la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático (CMNUCC) que se celebrará en París a finales de año y en la que, por primera vez en los más de veinte años de historia de esas reuniones, todos los países tendrán que alcanzar un compromiso vinculante.

Estados Unidos será uno de los cerca de 200 países que acudirá a la cumbre y Brune espera que el Gobierno de Obama se comprometa a ayudar a otros países en la transición a energías limpias, así como a reducir en un 30 % las emisiones de dióxido de carbono.

De cara a la cumbre, la Administración Obama reiteró su compromiso, anunciado por primera vez en noviembre pasado, de reducir sus emisiones de gases de efecto invernadero entre un 26 % y un 28 % para 2025 con respecto a los niveles de 2005.

A pesar de que el compromiso se sitúa por debajo de los deseado por Sierra Club, el director ejecutivo calificó de "significativo" el compromiso estadounidense.

El "desafío", sin embargo, lo encarnan las nuevas técnicas de extracción de gas y petróleo, como la fractura hidráulica, por la que están apostando México y EEUU, a pesar de la transición hacia la energía limpia que están protagonizando estos dos países y Canadá, según Brune.

En el plano nacional, el responsable de Sierra Club, que vive en Alameda (California), consideró "una amenaza" la sequía que desde hace cuatro años azota a ese estado y que ha forzado al gobernador de California, Jerry Brown, a imponer una reducción del consumo de agua del 25 % para los residentes.

"Todos los pasos que hemos visto hasta ahora han sido voluntarios. Necesitamos ver reducciones obligatorias del uso del agua de, al menos, el 25 % en California y, hasta ahora, hemos visto reducciones del 4,5 y 6 %. Hay un largo camino por recorrer", sostuvo Brune.

De cara al futuro y las elecciones presidenciales de EEUU en 2016, el líder ecologista cree que la lucha contra el cambio climático jugará un papel fundamental en la escena política, tanto entre los demócratas como entre los republicanos, más escépticos sobre este tema.

"Lo que esperamos es que más líderes republicanos se convenzan del cambio climático, ya sea porque crean que tienen el deber moral de obligar (a tomar medidas contra ese problema) o porque vean que existe la oportunidad económica de actuar", subrayó.


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