El hallazgo de un arma a nombre de Alberto Nisman en casa de la madre del fallecido fiscal argentino incrementó hoy la polémica sobre la investigación de la muerte, que casi tres meses después sigue sin aclararse, mientras continúan los cruces entre la querella, la investigación oficial y el Gobierno.
La exmujer de Nisman, la jueza Sandra Arroyo Salgado, que actúa como querellante en representación de sus dos hijas, dijo desconocer la existencia del arma y afirmó que "esto cambia todo, cambia el escenario" de la causa, en declaraciones realizadas hoy a radio Vórterix.
La pistola, de calibre 22 al igual que la hallada junto al cadáver de Nisman, se sumó a las pruebas de la investigación este martes, después de que la madre, Sara Garfunkel, ampliase su declaración para informar que había encontrado un arma entre las pertenencias de su hijo guardadas en su domicilio, según fuentes de la investigación consultadas por la agencia oficial Télam.
"Vivimos en cuatro lugares juntos, tengo la certeza de que nunca hubo ningún arma en los dos primeros, y en los del centro no hubo arma, ni supe que él tenía. Nunca estuvieron en nuestra casa, no se cuando las adquirió", explicó hoy Arroyo Salgado.
Sin embargo, la fiscal encargada de investigar la muerte de Nisman, Viviana Fein, cuya labor es cuestionada por la querella, aseguró hoy que el hallazgo del arma "no modifica la investigación" y que se sigue trabajando para determinar "si fue suicidio, homicidio o suicido inducido".
Desde el Gobierno, el jefe de ministros, Aníbal Fernández, incrementó la polémica al asegurar que hay "cosas muy raras" respecto a la madre de Nisman, como el hecho de que cuando aún no había sido enterrado fuera a sacar cosas de la caja de seguridad del fiscal o que no informase antes de la existencia del arma.
"¿Y si en la caja había una carta suicida o si había elementos que daban cuenta de que hay acreedores o deudores por los cuales motivar la situación en la que se encuentra el fiscal?", se preguntó el jefe de ministros, durante su encuentro diario con los medios.
Además, opinó que el allanamiento en el domicilio de Sara Garfunkel debería haberse realizado antes.
Aníbal Fernández ya había sido centro de las miradas ayer, cuando acusó a la exmujer de Nisman de poner trabas a la investigación y de buscar instalar la hipótesis del homicidio para pedirle responsabilidades al Gobierno o para cobrar seguros.
Arroyo Salgado consideró hoy "muy triste" que se diga que persigue una posible indemnización y recordó que sus hijas han perdido a su padre y "no hay plata en el mundo que lo reemplace".
Según la investigación de la Fiscalía, Nisman murió el pasado 18 de enero de un disparo en la cabeza en su domicilio de Buenos Aires, en circunstancias aún sin aclarar, días después de presentar una denuncia contra la presidenta argentina, Cristina Fernández, por presunto encubrimiento a terroristas.
Sin embargo, los peritos contratados por la querella sostienen que Nisman fue asesinado el pasado 17 de enero en el baño de su casa de un tiro en la cabeza y que su cuerpo fue movido de su posición original.
Nisman se desempeñaba como fiscal especial de la causa sobre el atentado contra la mutual judía AMIA, que dejó 85 muertos en Buenos Aires en 1994. (EFE)