En pleno siglo XXI, el Reino Unido celebra el nacimiento de una nueva bebé real con actos solemnes de tintes medievales. La segunda hija de los duques de Cambridge, una niña de ocho libras y tres onzas de peso (3,7 kilos), nació este sábado en el hospital St. Mary’s de Londres, informó la casa real británica.
Pero más allá de los modernos comunicados oficiales vía Twitter, emitidos por la cuenta @KensingtonPalace, Londres parece anclada en la Edad Media, porque mantiene la tradición de anunciar el nacimiento real a través de un pregonero.
Los pregoneros de la edad Media, con gran pompa y solemnidad, leían las leyes, edictos o decretos que imponían los emperadores.
La corona británica aún conserva resabios de esta costumbre medieval en los actos solemnes.