Atenas (EFE).- El ministro griego de Trabajo, Panos Skurletis, se mostró hoy partidario de convocar a referendum si no se llega a un acuerdo con los acreedores "honesto" y que mire hacia el progreso. 

"Cuando sales elegido no recibes un cheque en blanco. Si el acuerdo no constituye un compromiso honesto y que mire hacia el progreso hay que consultar al pueblo antes de firmarlo", dijo Skurletis en declaraciones a la cadena de televisión privada Skai, horas después de la reunión a cinco bandas en Berlín.

En la reunión, celebrada a invitación de la canciller alemana, Angela Merkel, participaron el presidente francés François Hollande, y así como los líderes de las llamadas "instituciones", la directora gerente del Fondo Monetario Internacional, Christine Lagarde; de la Comisión Europea, Jean-Claude Juncker, así como del Banco Central Europeo, Mario Draghi.

Si bien oficialmente tan solo se ha hablado de que las partes acordaron que se debe seguir trabajando "con intensidad" para lograr un acuerdo, los medios locales e internacionales hablan de que se estudió un borrador de acuerdo que sería presentado ahora a Grecia.

Algunos medios han caracterizado este borrador como última propuesta con carácter de "tómala o déjala", extremo que no ha sido confirmado pero que encajaría con declaraciones formuladas hoy por el viceprimer ministro, Yannis Dragasakis, en un congreso del grupo parlamentario de la izquierda europea que se celebra en Atenas.

"El Gobierno no acepta ultimátums ni sucumbirá al chantaje", dijo Dragasakis, según el borrador de su discurso.

También hizo hincapié en que "no tiene sentido entrar en juegos de reproche inútiles, sino, por el contrario, el primer ministro y el Gobierno nos centramos en alcanzar un acuerdo justo".

Skurletis, por su parte, insistió en que el Gobierno ha hecho todos los compromisos que podía hacer y "no tiene margen para hacer más concesiones".

Grecia tiene que hacer frente este mes a múltiples pagos: cerca de 1.600 millones de euros al Fondo Monetario Internacional (FMI), además de los 2.800 millones de euros de gasto corriente para salarios, pensiones y seguridad social.

El próximo viernes se plantea ya el primer desembolso de 300 millones de euros al FMI, dinero que, según avanzaron la semana pasada algunos ministros, está disponible.

Skuerletis recalcó hoy que el pago de salarios y pensiones siempre tendrá prioridad ante el FMI en caso de plantearse esta disyuntiva. (Foto de cabecera: EFE)


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