El estadounidense Charles Gordon 'Chuck' Blazer, el dirigente de la FIFA que se convirtió en informante del FBI y que fue clave para desentrañar el mayor escándalo de corrupción en a historia del fútbol, admitió que recibió coimas para votar por Francia y Sudáfrica como sedes de los mundiales de 1998 y 2010, respectivamente.

La fiscalía estadounidense divulgó este miércoles la transcripción de la audiencia de 2013 en un tribunal de distrito en la que Blazer aceptó declararse culpable de crimen organizado y otros cargos.

"Otros y yo en el comité ejecutivo de la FIFA aceptamos recibir sobornos relacionados con la elección de Sudáfrica como país anfitrión de la Copa del Mundo de 2010", dijo aquel año el también ex secretario general de la Concacaf.

Blazer  también reconoció que aceptó sobornos por los derechos televisivos de cinco ediciones de la Copa de Oro (1996,1998, 2000, 2002 y 2003).

A partir de ahí la historia ya es conocida y la hemos contado: para evitar la cárcel, el excéntrico Chuck aceptó colaborar con el FBI para conseguir pruebas de los actos de corrupción en la FIFA. Grabó conversaciones que permitieron acusar hasta a 14 directivos de la FIFA, de los cuales siete fueron arrestados.

Y la investigación avanza. Ya las autoridades de EEUU han estrechado el cerco contra el mismo Joseph Blatter que se vio obligado a anunciar que deja el cargo de presidente de la FIFA tras 17 años. Tanto el Departamento de Justicia como el mismo FBI ya están tras los pasos de Blatter y de su lugarteniente, el francés Jerome Valcke.

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