La filial nipona de McDonald's permitirá a niños y padres hacer hamburguesas en las cocinas de sus locales para tratar de recuperar la confianza de los consumidores japoneses, maltrecha por los recientes escándalos que han afectado a la cadena.
McDonald's Japón pondrá en marcha mañana esta medida como parte de una estrategia con la que quiere hacer frente a escándalos como el de la carne de pollo podrida o las denuncias de objetos extraños que varios consumidores encontraron en sus menús, hechos que han contribuido a hundir sus resultados financieros.
La filial japonesa registró el año pasado sus peores resultados en 11 años, unas pérdidas netas de 21.840 millones de yenes (más de US$174 millones), y sólo en el pasado mes de enero, las ventas se desplomaron un 38,6% respecto al mismo periodo de 2014.
Japón es el segundo mercado mundial de la cadena de comida rápida estadounidense, y se caracteriza por la alta exigencia de los consumidores en materia de calidad y de seguridad alimentaria.
Desde que el año pasado se viera afectada por el escándalo de la carne podrida ha experimentado una pérdida progresiva de clientes.
La controversia se desató en julio de 2014, después de que se conociera que la compañía china Husi, uno de sus proveedores, proporcionaba carne en mal estado y falsificaba sistemáticamente la fecha de caducidad de parte del género que vendía.
Meses después, McDonald's Japón tuvo que hacer frente a una nueva polémica después de que varios clientes denunciaran haber encontrado objetos extraños y restos humanos en menús de la cadena, como trozos de plástico y dientes.
Para tratar de "recuperar la confianza de los consumidores", la filial ha puesto en macha un programa para que niños de entre 3 y 12 años cocinen junto a sus padres, y bajo la supervisión del personal, en los establecimientos de la cadena, explicó en un comunicado.
La actividad se realizará en unos 650 locales del país asiático hasta el próximo 30 de junio. (EFE)
Foto de cabecera: aboutmcdonalds.com