Un gol de Douglas Costa en el minuto 90, a pase de Neymar, protagonista absoluto del encuentro, dio hoy la victoria a Brasil por 2-1 contra Perú en el debut de la Copa América.
Perú se adelantó por medio de Christian Cueva en el minuto 3, Neymar igualó dos minutos después, en un arranque de partido de alto voltaje y le regaló una asistencia perfecta a Costa para cerrar la victoria al filo del final del partido.
Neymar fue el único jugador que dio luces a Brasil, el único que tuvo opciones de volver a marcar, pero un Perú aguerrido, excelente en la presión en el centro del campo y también con descaro para atacar, retrató las deficiencias de la pentacampeona del mundo.
El capitán brasileño hizo todo en la selección, un gol y una asistencia que salvó tres puntos, un tiro al palo y por sus botas pasaron todas las ocasiones de la Canarinha.
El partido tuvo el inicio más trepidante de la Copa América: dos goles en cinco minutos, el primero de Christian Cueva en la portería de Brasil y a renglón seguido, la respuesta fulminante de Neymar en el arco rival.
El gol peruano fue el resultado de un desbarajuste en la defensa brasileña, una secuencia de errores entre David Luiz y el portero Jefferson que puso en bandeja el remate a Cueva.
Pero Brasil no se amilanó y devolvió el golpe en la jugada siguiente, en un cruce certero de Dani Alves que Neymar, libre de marca, cabeceó a gol.
La elección de Daniel Alves como titular, después de haber sido convocado a última hora antes de viajar a Chile para suplir al lesionado Danilo, no le pudo dar mejores resultados a Dunga.
A partir de ese momento, Brasil tuvo el dominio y una mayor presencia en el campo adversario, pero con ciertas dificultades para conseguir posiciones claras de remate.
Perú, lejos de enrocarse atrás, tuvo desparpajo y llegaba con verticalidad y con peligro cada vez que disponía de la oportunidad de contraatacar.
Neymar estaba eléctrico, inspirado, dejó destellos de sus habilidades y lideró a Brasil en todo momento, pero pecó en ciertos momentos de individualismo.
El mayor problema de Brasil fue precisamente la necesidad de apoyarse en Neymar en todo momento.
El delantero tenía que multiplicarse para hacer todas las labores ofensivas y se vio forzado a alejarse demasiado del área para recibir el balón y para dirigir el juego de la Canarinha.
En una de las ocasiones en las que tuvo que echarse el equipo a la espalda, todavía en la primera parte, Neymar remató a bocajarro después de tirar una pared con Diego Tardelli, pero el defensa Carlos Zambrano salvó los muebles bajo palos.
La selección peruana reforzó el marcaje sobre Neymar y el relativo aislamiento de Neymar contribuyó a apagar a un Brasil en el que se echó de menos a un jugador capaz de oxigenar el juego.
Extenuado por el esfuerzo, en el tramo final del partido el equipo peruano fue abandonando sus intentonas ofensivas y se concentró en aguantar la firmeza en la retaguardia, pero una jugada endiablada de Neymar derribó el muro de la Albirroja. (EFE)