"Tendrán que construir tres celdas más: para mí, Lula y Dilma". Con esta frase, Emilio Odebrecht, expresidente de la constructora brasileña y padre del detenido Marcelo Odebrecht, dejó entrever que el exmandatario y la actual jefa de Estado Dilma Rousseff estarían implicados en los actos de corrupción por coimas que habría entregado su empresa para la concesión de obras.
Marcelo Odebrecht y cuatro ejecutivos de la firma fueron detenidos el pasado viernes, junto con el presidente de la empresa Andrade Gutiérrez, otra importante constructora brasileña, en el marco de la investigación sobre corrupción en la estatal Petrobras.
Según señala Época en su portal, el patriarca del imperio Odebrecht cree que el gobierno del Partido de los Trabajadores (PT) estaría impulsando las investigaciones a su firma, que está acusada de pagar coimas por unos US$2,100 millones a Petrobras.
Las mayores ganancias del conglomerado en Brasil se dieron en los gobiernos de Lula da Silva y Rousseff, pero cabe señalar que el 70% de la facturación de Odebrecht viene de operaciones en 20 países del extranjero, como Estados Unidos, Panamá y Perú, donde ganó millonarios contratos durante la última gestión del expresidete de Alan García.
Entre los detenidos por el mayor escándalo de corrupción en Brasil está el extesorero del gobernante Partido de los Trabajadores (PT) Joao Vaccari, acusado de presionar a las empresas que obtenían contratos con Petrobras para desviar parte del dinero obtenido hacia las arcas de esa formación.
El PT y otros partidos políticos implicados en el caso admitieron que han recibido apoyo financiero de las empresas investigadas, pero en todos los casos sostienen que esos recursos fueron debidamente declarados antes las autoridades fiscales y electorales.
Foto de cabecera: EFE