El cierre de una pequeña cala en la Costa Azul francesa durante la estancia veraniega del rey Salmán de Arabia Saudí ha desatado una polémica entre los vecinos y el Ayuntamiento de Vallauris, por una parte, y los intereses del Estado por otra. 

La prefectura (delegación del Gobierno) decidió hoy invalidar la decisión de la alcaldesa, Michelle Salucki, que esta mañana había paralizado, por falta de permiso municipal, las obras que se llevan a cabo para cerrar el acceso público a la playa de la Mirandole.

"La alcaldesa ha hecho lo que estaba en su mano" pero al final "es el Estado el que manda", dijo resignada una responsable del gabinete de la alcaldesa, que se esforzó por quitar hierro al asunto.

La portavoz municipal hizo notar que la cala en cuestión -de apenas 200 metros- se cerrará al público únicamente durante la presencia estas vacaciones de los familiares y del monarca saudí, que tiene una gran propiedad -l'Aurore- justo encima del paso subterráneo por el que se accede a la Mirandole.

Reconoció que "es normal asegurar la seguridad de un monarca" y que, incluso en otras partes de la Costa Azul, resulta relativamente habitual restringir el paso a las playas cuando acuden personalidades, como ocurre durante el Festival de Cannes.

También hizo notar que la familia del rey Salmán no ha ocupado esa propiedad -que en el pasado había sido propiedad de Aga Khan- desde hace una quincena de años.

La semana pasada, el Ayuntamiento había tratado de intervenir para paralizar las obras de cierre del acceso subterráneo. También se constató que se había fraguado en la misma playa una placa de hormigón, aparentemente para un ascensor que permitiera bajar directamente a los ocupantes de la mansión.

Según los medios de comunicación locales, la delegación saudí que acompañará a Salmán de Arabia -algunos llegaron la semana pasada- estará compuesta por unas 500 personas.

Una parte estarán alojados en los hoteles más exclusivos de la vecina Cannes. (EFE)


(Foto de cabecera: Reuters)