Una emotiva manifestación en Ciudad de México celebrada el último domingo en repudio al violento asesinato del fotoperiodista Rubén Espinosa y de cuatro mujeres en la capital devino en una contundente crítica al Estado mexicano, a quien culparon de ser partícipes en este tipo de homicidios. 

En una protesta bañada de silencio y luto, el lema "fue el Estado, fue el Estado", fue el más gritado por el cerca del millar de personas que acudieron a esta cita en recuerdo a Espinosa, de 31 años, muerto de un disparo en la cabeza el pasado viernes en un apartamento de la capital.

"Sé que fue el Estado y lo podemos repetir todos, como hicieron con Ayotzinapa (donde estudiaban los 43 estudiantes desaparecidos en septiembre de 2014)", denunció en un discurso el activista Alejandro Saldaña, también profesor de la Universidad Veracruzana, del estado del que Espinosa huyó en junio tras sentirse amenazado y hostigado.

Precisamente, las críticas contra el actual gobernador del estado oriental de Veracruz, Javier Duarte, del oficialista Partido Revolucionario Institucional (PRI), predominaron también durante la protesta.

(efe)

En su mandato, que arrancó a finales de 2010, han fallecido 14 reporteros en esta región de un país donde, ya de por sí, ejercer el periodismo comporta un elevado riesgo.

"No es posible que a la gente la sigan, persigan y maten de tal forma por hacer su trabajo. Él solo informaba, y esto nos hace falta porque los medios están vendidos", dijo a Efe, con voz temblorosa pero firme, la profesora jubilada Sara Pliego, quien criticó la impunidad que rodea muchas de estas muertes.

Una observación compartida no sólo por los allí presentes, pues también se llevaron a cabo protestas en otros estados como Veracruz (este del país), Oaxaca (sur) o Jalisco (oeste); y el hashtag #justiciaParaRuben es tendencia en México desde que se confirmara el sábado por la noche la identidad del fotoperiodista.

En la manifestación no faltaron tampoco palabras de recuerdo para las cuatro mujeres halladas muertas, también por arma de fuego y con signos de violencia, junto con este colaborador de la revista Proceso y las agencias Cuartoscuro y AVC.

El fiscal del Distrito Federal, Rodolfo Ríos, detalló que se tratan de una mujer de origen colombiano, de 29 años, que compartía residencia con dos de las mujeres, una de ellas maquilladora y la otra promotora cultural, y eran del norteño estado de Baja California y del suroriental estado de Chiapas, respectivamente.

Según informaron varios medios locales, la mujer de Chiapas era la activista Nadia Vera, mientras que la cuarta víctima era del céntrico Estado de México y trabajaba como empleada doméstica en este domicilio ubicado en una zona de clase media de la Ciudad de México.

La fiscalía capitalina, que analiza la comisión de los delitos de homicidio y robo "sin excluir ninguna de las líneas abiertas de investigación", activó tanto los protocolos de homicidio como los de feminicidio y los de comisión de delitos contra el ejercicio del periodismo.

Aunque los manifestantes probaron que, al menos entre la ciudadanía, es esta última hipótesis la más consolidada.

Y es que Espinosa había manifestado en varias ocasiones su temor a sufrir agresiones por su trabajo y por ello se "autoexilió", según su palabras, a la Ciudad de México.

"Estaba muy asustado", expresó a medios locales y tras conocer su muerte el director de Cuartoscuro, Pedro Valtierra.

Este quíntuple homicidio ha causado una fuerte indignación entre la opinión pública.

Y, sobre todo, ha acrecentado la sensación de indefensión en el gremio periodístico por razones que describió para Efe Pilar Tavera, directora del centro de investigación y protección a periodistas Propuesta Cívica.

"Este asesinato representa un quiebre en el paradigma de protección a periodistas en México, pues muchas veces las medidas de seguridad más grandes eran la reubicación del periodista", señaló la experta.

(efe)

Tavera aseguró que este homicidio prueba como "falso" que "los agresores de reporteros se queden a nivel local".

Esta realidad se suma a otro hecho que han menoscabado todavía más el ánimo de muchos de los periodistas que hoy protestaban.

Entre ellas, la creciente sensación de peligro para el ejercicio del oficio en la capital de México, considerada para muchos una burbuja relativamente segura donde practicar el periodismo en este truculento México, considerado uno de los países más peligrosos del mundo para la profesión.

Según datos de la Fiscalía Especial para la Atención de Delitos cometidos contra la Libertad de Expresión (Feadle), entre 2000 y 2014 se contabilizaron 102 homicidios de reporteros.

"La violencia ha alcanzado en todo el plano nacional y en todas las profesiones", subrayó en un discurso un fotoperiodista que no se identificó.

Rabia, impotencia y dolor caracterizaron esta marcha que culminó en la oficina de representación del estado de Veracruz y en la que también participó Patricia, hermana del fallecido.

"Te fuiste como un guerrero", dijo tras desear, como tantos otros mexicanos, que "haya justicia para Rubén y para todos los que mueran en este país".

Noticias relacionadas en Lamula.pe:

México: Un lugar peligroso para el periodismo 

Texto de Martí Quintana para EFE y foto de cabecera de EFE