El presidente de EEUU, Barack Obama, dijo hoy que si el Congreso de su país no aprueba el histórico acuerdo nuclear con Irán dejaría, como única opción, otra guerra en Oriente Medio.

"Un rechazo del Congreso al acuerdo significaría guerra", enfatizó el jefe de Estado en un discurso desde la American University de Washington, en el que defendió la importancia del pacto firmado el mes pasado y que debe ser aprobado por el Capitolio, dominado por la oposición republicana y que prevé votar al respecto en septiembre.

Obama insistió en su defensa, como lo hizo durante las negociaciones con Irán, de que una acción militar sería "mucho menos efectiva" que un acuerdo para el propósito de impedir que el régimen iraní desarrolle un arma nuclear.

"Si hemos aprendido algo de la última década es que las guerras en general, y las guerras en Oriente Medio en particular, son todo menos sencillas", argumentó.

En la misma línea, Obama se mostró a favor de dar con este acuerdo "una oportunidad" a Irán, en un discurso diseñado de principio a fin para enaltecer la diplomacia frente a la guerra.

El mandatario dijo también que todavía está esperando que los críticos del acuerdo presenten una "alternativa mejor" al pacto alcanzado en julio en Viena entre Irán y el Grupo 5+1 (Estados Unidos, Rusia, China, Reino Unido, Francia y Alemania).

Si el Congreso rechaza ese acuerdo, EEUU perderá "su credibilidad" como líder de la diplomacia a nivel global, advirtió.

Para entrar en vigor, el acuerdo alcanzado en Viena el 14 de julio debe ser aprobado por el Congreso de EEUU, así como por los Parlamentos de los demás países firmantes del pacto.

Los legisladores solo podrían anular la participación de EEUU en el acuerdo si una mayoría de dos tercios en ambas Cámaras del Congreso vota en ese sentido, algo que invalidaría el veto que Obama ha prometido imponer a cualquier legislación contra el pacto.

Obama se ha involucrado de manera muy personal, dedicando tiempo y esfuerzos, en una campaña para tratar de vender las bondades del acuerdo a los congresistas y a la opinión pública estadounidense.

Dado el rechazo mayoritario de los republicanos al acuerdo, Obama está centrando sus esfuerzos en convencer a los congresistas de su partido, el Demócrata, para intentar evitar que haya dos tercios de votos contrarios al pacto.

El pacto firmado en julio prevé que Irán limite su programa nuclear de forma que no pueda fabricar armas atómicas durante al menos diez años, a cambio de que la comunidad internacional levante las sanciones que lastran su economía.

Para ello, el Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA) debe certificar hasta finales del año que la República Islámica cumple con los compromisos adquiridos y ha acordado con Teherán un calendario de actividades de verificación. (EFE)

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