(EFE).- Efectivos de la Policía Nacional panameña tomaron hoy posiciones en uno de los dos puentes sobre el Canal de Panamá para impedir que los indígenas que protestan contra una central hidroeléctrica corten el paso.
El Ministerio de Seguridad Pública indicó en su cuenta de la red social Twitter que "se mantiene un dispositivo de seguridad en el Puente de las Américas. No se permitirá el cierre de vía".
El Puente de las Américas, abierto desde 1962, y el más nuevo Puente Centenario son las únicas vías que pasan sobre el Canal de Panamá para unir al país con el resto de Centro y Norteamérica.
Un sector de los indígenas Ngäbe Buglé que exige la destrucción de la hidroeléctrica Barro Blanco, en el occidente del país, y sobre el río Tabasará anunció medidas de fuerza en todo Panamá para presionar por su objetivo.
El gobierno ha manifestado en reiteradas ocasiones que el proyecto, que está avanzado en un 95 %, se debe terminar porque es más peligroso dejarlo inconcluso y es de interés nacional.
La empresa hondureña Generadora del Istmo (Genisa) reclama que el gobierno actúe para poder continuar los trabajos, que fueron suspendidos en febrero pasado por incumplimientos ambientales, ante el bloqueo al acceso de sus instalaciones por piquetes de indígenas.
Según Genisa, ya ha cumplido con todas las normas ambientales exigidas y su obra está en terrenos de su propiedad, no en tierras de los indígenas, excepto unas 6 hectáreas de pendientes que quedarán inundadas cuando el lago que forme la presa esté a tope.
Los indígenas consideran sagrado el río Tabasará en donde están unos petroglifos de su religión sincretista Mama Tadta que quedarán sumergidos cuando se llene el lago que formará la presa.