El gobierno de Australia estableció hoy un nuevo objetivo en la reducción de emisión de gases contaminantes de entre un 26 y un 28 por ciento por debajo de los niveles de 2005 para el año 2030. 

El primer ministro, el conservador Tony Abbott, señaló que el nuevo plan, criticado por la oposición y organizaciones ecologistas, es consistente con el crecimiento de la economía australiana, uno de los mayores exportadores de carbón del mundo.

"Tenemos que reducir las emisiones, pero de una forma que se consistente con el fuerte crecimiento (económico)", declaró Abbott durante un conferencia de prensa en Camberra.

El anuncio del nuevo compromiso en la reducción de gases contaminantes es previo a la reunión internacional que tendrá lugar en París el próximo diciembre para establecer una nueva estrategia global para la lucha contra el cambio climático.

Según los datos aportados por el jefe del Ejecutivo australiano, la nueva política le costará al país entre el 0,2 o 0,3 por ciento del producto interno bruto (PIB) de Australia.

El portavoz del partido Laborista, Mark Butler, acusó al Gobierno, en declaraciones a la ABC, de falta de compromiso al destacar que otros países como Alemania, el Reino Unido o Estados Unidos la reducción era mayor al 40 por ciento.

El Partido de los Verdes señaló "la debilidad del patético" objetivo y su portavoz, Larissa Waters, enfatizó que Australia mide la reducción en base a las emisiones de 2005, mientras el resto de países lo hace con los datos del año 2000.

El anterior objetivo de Australia era reducir las emisiones en un 5 por ciento para el 2020, basado en datos del año 2000 (EFE).

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[Foto de portada: climaticocambio.com]