El presidente de Estados Unidos, Barack Obama, consiguió hoy el apoyo de 81 empresas para sumarse a su plan de lucha contra el cambio climático y comprometerse a rebajar sus emisiones, consumo de agua o dependencia del petróleo. 

Obama, que se reunió con los directivos de estas empresas en la Casa Blanca, aseguró que estas compañías se han dado cuenta de "que considerar el cambio climático, la eficiencia energética y renovables no solo resulta no contradictorio con sus resultados, sino que los puede mejorar".

La participación de estas empresas, que generan más de 3 billones de dólares anuales en ingresos, es un gran espaldarazo para Obama, que viajará en diciembre a París para intentar conseguir aunar intereses y hacer que sea un éxito la Conferencia de Naciones Unidas sobre el Cambio Climático.

En el anuncio hecho hoy por la Casa Blanca, aparecen 13 nuevas empresas que se suman a los compromisos adoptados individualmente por otras 68 multinacionales para reducir el impacto ambiental de sus operaciones con el horizonte de 2020 y 2025.

En la nueva tanda de compromisos se encuentran corporaciones como General Motor, Walmart, Ikea y Nike, que se sumarán a una lista que incluye a las españolas Abengoa e Iberdrola, así como Coca-cola, General Electrics y Procter&Gamble.

Hoy asistieron a la reunión con Obama los consejeros delegados de multinacionales como Intel, Johnson&Johnson o Hershey.

Según indicó la Casa Blanca, las 81 empresas ya comprometidas demuestran "su apoyo a acciones en el cambio climático y para que el acuerdo climático de París suponga un fuerte paso adelante para un futuro bajo en carbono y sostenible".

Obama subrayó la importancia de que estas grandes compañías se sumen al compromiso por la sostenibilidad, ya que arrastrarán en sus mejoras a pequeñas y medianas empresas en toda la cadena de distribución y suministro.

Las empresas se comprometen a objetivos específicos que abarcan la reducción de sus emisiones de gases de efecto invernadero en hasta un 50 % y del consumo de agua en un 80 % y la renuncia a la deforestación en su cadena de producción.

La suma del sector privado a la iniciativa de lucha contra el cambio climático no ha sido tarea fácil, ya que, en un comienzo, la Cámara de Comercio de Estados Unidos se opuso a planes de reducción de gases de efecto invernadero, puesto en duda por muchos miembros de la oposición republicana.

Grandes multinacionales petroleras, incluidas BP, Total, Pemex o Repsol, anunciaron la semana pasada en Londres la Iniciativa de Petróleo y Gas, por la que reconocen la necesidad del sector de cooperar en la persecución de los objetivos de la ONU para luchar contra el calentamiento global.

Los gigantes petroleros estadounidenses ExxonMobil y Chevron no están ni en esa lista, ni el acuerdo de la Casa Blanca.

"Tenemos la mirada puesta en la conferencia de París. Ya hemos movilizado a la comunidad internacional, incluido China, para que participen y queremos que entiendan que las empresas estadounidenses también quieren participar", explicó Obama tras la reunión.

China y Estados Unidos son los mayores países contaminantes del planeta y un acuerdo entre los dos Gobiernos para desbloquear las negociaciones, en las que participan más de 190 países, es la clave del éxito de la cumbre.

China representa también al bloque de naciones en desarrollo que piden que sus obligaciones tengan en cuenta que ellos se encuentran en una etapa de desarrollo anterior a la de las naciones ricas, que han contribuido durante más tiempo al aumento de gases de efecto invernadero.

"Tenemos una obligación moral de dejar un planeta tan maravilloso como el que hemos heredado para nuestros hijos y nietos", aseveró hoy Obama. EFE


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