Al menos 26 de los 50 estados de EE.UU., casi todos bajo control republicano, desafiaron hoy al presidente del país, el demócrata Barack Obama, al negarse a acoger refugiados sirios tras los atentados del pasado viernes en París.
Los estados dispuestos a cerrar sus puertas a los refugiados sirios son Arizona, Alabama, Arkansas, Carolina del Norte, Carolina del Sur, Florida, Georgia, Illinois, Idaho, Indiana, Iowa, Kansas, Luisiana, Maine, Michigan, Misisipi, Massachusetts, Nebraska, Nueva Jersey, Nuevo México, Ohio, Oklahoma, Tennessee, Texas y Wisconsin, dirigidos por gobernadores republicanos.
La lista, que todavía puede aumentar, también incluye a Nuevo Hampshire, estado liderado por una gobernadora demócrata.
Los gobernadores anunciaron su negativa después de hallarse un pasaporte en uno de los lugares de los atentados de París que estaba a nombre de un ciudadano sirio, aunque no hay certeza de que perteneciera realmente a la persona junto a la que fue encontrado.
Según informaciones periodísticas, uno de los sospechosos de los ataques, que se atribuyó el grupo yihadista Estado Islámico (EI), pudo haber llegado a París tras haber cruzado Serbia y Croacia como refugiado.
El pasado 10 de septiembre, Obama ordenó el inicio de los preparativos para recibir al menos a 10.000 refugiados que huyen de la guerra en Siria durante el nuevo año fiscal, que comenzó el 1 de octubre, para responder a la crisis migratoria que afecta a Europa.
Este domingo, el asesor adjunto del Consejo de Seguridad Nacional de la Casa Blanca, Ben Rhodes, aseguró que el Gobierno aún planea acoger a 10.000 refugiados sirios, pese a la matanza de París.
Sin embargo, a la luz de los ataques en París, que dejaron al menos 129 muertos y más de 350 heridos, los gobernadores más críticos se muestran reacios a aceptar a los refugiados por motivos de seguridad.
Uno de los gobernadores que más alto alzó la voz contra la acogida de refugiados fue el de Texas, Greg Abbott, que gobierna el segundo estado más poblado de Estados Unidos y envió hoy una carta a Obama para explicar sus reticencias.
"Como gobernador de Texas, le informo que el estado de Texas no aceptará ningún refugiado de Siria tras el letal ataque terrorista en París", afirmó Abbott.
"Además, yo -y millones de estadounidenses- le imploro para que detenga sus planes para aceptar más refugiados sirios en Estados Unidos. Un 'refugiado' sirio parece haber tomado parte en el ataque terrorista de París", subrayó el gobernador tejano.
El gobernador de Ohio, John Kasich, precandidato a la nominación del Partido Republicano para las elecciones presidenciales de 2016, señaló hoy que "de ninguna manera" se puede poner en "riesgo" la seguridad del pueblo estadounidense con la acogida de refugiados.
Desde la cumbre del G20 (las veinte mayores economías del mundo) en Antalya (Turquía), Obama condenó toda negativa a permitir la entrada de refugiados sirios en Estados Unidos: "Eso es vergonzoso, eso no es estadounidense, eso no es lo que somos".
"Nosotros no cerramos nuestros corazones a esas víctimas de semejante violencia", aseveró el presidente.
Ante la presión de los gobernadores, el portavoz adjunto del Departamento de Estado, Mark Toner, dijo hoy, durante su rueda de prensa diaria, que los abogados del Gobierno estudian hasta qué punto pueden los estados rebeldes negarse a aceptar refugiados.
"Algunos estados han expresado su preocupación" sobre los refugiados sirios y "tomamos seriamente sus preocupaciones", aseguró Toner, al añadir que el Ejecutivo ya ha contactado con las autoridades estatales y locales de más de 180 localidades de todo el país que han aceptado la llegada de los refugiados.
Además de Kasich, otros precandidatos republicanos a las elecciones presidenciales de 2016 se manifestaron hoy contra la acogida de refugiados sirios, como el senador por Kentucky Rand Paul y el neurocirujano retirado Ben Carson, quien lidera las últimas encuestas sobre los aspirantes conservadores a la Casa Blanca.
Paul adelantó que presentará un proyecto de ley para imponer "una moratoria inmediata a los visados para refugiados".
"Creo que París debería despertarnos ante el hecho de que no podemos permitir que cualquiera venga a este país", declaró el senador.
Carson, por su parte, instó a los líderes republicanos en el Congreso de EE.UU. a promulgar una legislación que bloquee la financiación federal del plan del Gobierno para recibir refugiados de Siria, a fin de impedir que "terroristas del EI se infiltren en Estados disfrazados de refugiados o inmigrantes".
Pese a la ofensiva republicana, varios estados dirigidos por gobernadores demócratas, como Connecticut, Vermont y Pensilvania, aseguraron hoy que sus puertas siguen abiertas para los refugiados que escapan del conflicto en Siria. EFE
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