La Organización de la ONU para la Alimentación y la Agricultura (FAO) instó hoy a que la diversidad genética para la alimentación y la agricultura forme parte de los planes nacionales de adaptación al cambio climático.
La FAO incluyó este llamamiento en una guía que difundió para ayudar a los países a conservar mejor y de manera sostenible los recursos genéticos frente a la amenaza del cambio climático y antes de que comience el próximo día 30 la Cumbre del Clima de París.
Entre esos recursos se encuentra las distintas plantas, animales, bosques, recursos acuáticos, microorganismos e invertebrados que intervienen en la producción alimentaria y agrícola.
Así como muchas de estas formas de vida están amenazadas por el cambio climático, su genética también les permite adaptarse a las nuevas condiciones como ocurre, por ejemplo, con las semillas capaces de tolerar el frío, las inundaciones, la aridez o la salinidad del suelo.
La FAO animó a los países a diseñar políticas que se anticipen a las necesidades futuras y a planificar y financiar la gestión de los recursos genéticos para mejorar los sistemas productivos.
Destacó la importancia de apoyar el uso sostenible de las variedades de plantas y razas de ganado, y de recopilar y conservar los parientes silvestres de los cultivos alimentarios importantes con el fin de poder evolucionar al ritmo de los cambios ambientales.
Según datos del Grupo Intergubernamental de Expertos en Cambio Climático (IPCC, por sus siglas en inglés), de seguir así el rendimiento de algunos cultivos básicos podría ser en 2050 un 25 % más bajo que en la actualidad.
Se estima que solo cinco cereales -arroz, trigo, maíz, mijo y sorgo- proporcionan alrededor del 60 % de toda la energía alimentaria del ser humano. EFE