El gobierno de Donald Trump eliminó este miércoles una protección federal creada por su predecesor Barack Obama, que obligaba a los colegios permitir a los alumnos transexuales usar los baños y vestuarios correspondientes a su identidad de género. 

Así lo anunciaron en una carta que enviaron los departamentos de Justicia y de Educación a las distintas escuelas públicas del país, en la que se les conminaba a suspender la directiva y para ello alegaban una supuesta confusión y los diversos litigios abiertos en cortes locales por este tema. En la misiva se señala la necesidad de "tener debidamente en cuenta el papel de los estados y los distritos escolares en el establecimiento de la política educativa".

La administración de Trump se apoya en una sentencia judicial que asegura que la palabra “sexo” en esa norma federal “se refiere de modo inequívoco al sexo biológico”, por lo que un estudiante identificado como niña al nacer pero que posteriormente se identifique con el género masculino, deberá seguir utilizando los baños y vestuarios femeninos.

Trump ha querido recalcar que la derogación no pretende ser un ataque en contra de la comunidad LGTBI, sino que busca devolver la potestad a los estados para dictaminar sus propias normas. “Esto no disminuye las protecciones de los alumnos en casos de agresiones y acoso”, refirió. Los colegios, según la misiva, “deben asegurarse de que los estudiantes transexuales, como todos los demás, pueden aprender en un entorno seguro”.

No obstante, asociaciones como Human Rights Campaing consideran que esta decisión es una clara demostración del desprecio que siente el nuevo presidente de Estados Unidos por la comunidad LGTBI. Varios congresistas del Partido Demócrata e influyentes activistas han calificado la decisión de Trump como "vergonzosa".

Aunque la ley se haya suprimido de forma oficial, en la práctica la directiva de Obama se encontraba paralizada por la orden del juez federal de Texas, Reed O' Connor, a petición de 13 estados. Este nuevo dictamen influirá en los litigios que están sin resolver, como es el caso de Caitlyn Jenner, el rostro más conocido de la comunidad transgénero en EEUU.

Con respecto a este tema, Trump estaba indeciso sobre qué postura tomar. De hecho, defendió a Caitlyn Jenner e indicó que podría usar el baño que quisiera al visitar la Torre Trump en Nueva York. Además, durante la campaña, el republicano se opuso a una polémica ley de Carolina del Norte que obligaba a las personas a usar los baños públicos de acuerdo con su sexo de nacimiento.

Ahora, con esta decisión gubernamental ratificó la postura sobre el rechazo de la política de Obama por considerar que se estaba entrometiendo en un asunto que, según él, es competencia de cada estado del país.

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