Los familiares de las víctimas de la dictadura chilena calificaron hoy como "siniestra y peligrosa" la propuesta de los militares condenados por violaciones a los derechos humanos de entregar información sobre sus crímenes a cambio de recibir beneficios carcelarios. 

"Me parece que estamos frente a una ofensiva muy siniestra y peligrosa", señaló a los periodistas la presidenta de la Agrupación de Familiares de Detenidos Desaparecidos (AFDD), Lorena Pizarro.

La oferta la hizo el sábado el abogado René López, defensor del general Manuel Contreras, el antiguo jefe de la DINA, la temible policía secreta de Augusto Pinochet, condenado a más de 300 años de prisión en decenas de juicios por crímenes de lesa humanidad. López dijo que se debe formar "una mesa de diálogo" entre los condenados y los familiares de detenidos desaparecidos para materializar la iniciativa y emplazó al presidente Sebastián Piñera a respaldarla. 

Al respecto, la candidata presidencial de la Nueva Mayoría, Michelle Bachelet, criticó la propuesta. "Quiero hacer una mención sobre las declaraciones del abogado del ex director de la DINA Manuel Contreras, que por años ha engañado a los chilenos sobre el destino de los detenidos desaparecidos y que ha negado su participación en la dictadura y ahora pretende negociar impunidad", anunció.

"Quiero decir con claridad que esto es inadmisible y que los crímenes de lesa humanidad no se negocian", dijo Bachelet. Y agregó que "si alguien tiene información, tiene que entregarla toda. No hacerlo es mantener el dolor de los familares de las víctimas, es mantener la herida que tiene nuestro país y queremos unidad sobre la base de la verdad y justicia", afirmó la candidata de la izquierda chilena.

Bachelet, favorita en las encuestas para las presidenciales de noviembre próximo, enfatizó que si los militares encerrados por violaciones a los derechos humanos tienen información deberían entregarla y que no hacerlo "es mantener el dolor de los familiares de las víctimas".

Como se recuerda, durante la dictadura de Pinochet (1973-1990), unos 3.200 chilenos murieron a manos de agentes del Estado, de los que 1.192 figuran aún como detenidos desaparecidos, mientras unos 34.000 sufrieron torturas y fueron encarcelados por motivos políticos.

Fuente: Efe y La Tercera.

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