Cientos de refugiados que llevan varios días acampados en la ciudad turca de Edirne, fronteriza con Grecia y Bulgaria, han anunciado una huelga de hambre para que se les permita cruzar a esos países de la Unión Europea, informa hoy la cadena turca NTV. 

"No necesitamos comida ni agua: necesitamos cruzar en paz".

Los refugiados piden que se les deje entrar en Grecia o Bulgaria para continuar luego hacia países más ricos de la Unión Europea, ya que la única otra ruta es el peligroso viaje en lancha a las islas griegas.

Las autoridades turcas impiden que los refugiados se acerquen a los puestos fronterizos griego y búlgaro, y un dispositivo policial imposibilita a los sirios incluso entrar en la ciudad de Edirne, situada a 5 kilómetros de la frontera griega y a 16 de la búlgara.

Los refugiados acampan al lado de la autovía y, según declaró ayer el gobernador de Edirne, Dursun Ali Sahin al diario "Milliyet", las autoridades les han distribuido mantas e instalado inodoros portátiles.

"Pueden quedarse dos o tres días, pero luego deben irse", manifestó el gobernador, que agregó que se está intentando convencerles de que se alojen en los campamentos que el Gobierno tiene en el sur de Turquía y que actualmente acogen a unos 200.000 de los casi dos millones de refugiados sirios que hay en el país.

También en Estambul, refugiados sirios siguen acampados en la estación de autobuses y denuncian que no se les permite subir a autobuses hacia Edirne.

Aunque Turquía ofrece a los sirios estancia indefinida y atención sanitaria básica, no les otorga el estatus legal de refugiados, ni les permite trabajar legalmente, ni facilita que los hijos se escolaricen con normalidad en el sistema turco, solo les ofrecer cursos temporales o colegios específicos.

La falta de una perspectiva de futuro para sus hijos es una de las principales razones esgrimidas por los refugiados que exigen pasar a la UE donde podrían solicitar asilo oficialmente. (EFE)

(Foto de cabecera: periodismohumano.com)